Caerse de la ola, y volver a empezar. El surf corresponde al concepto zen de tomar el momento.
Tomar el “baño” como la cadena de momentos que al final se trasnforma en toda
una vida. Adaptarse a cada ola, como hacemos en la vida. Y cuando
termina esa ola, volver a por otra recordando el bien y el mal de esos
momentos. Cada próxima serie de olas en el surf se esperan como en la
vida, el próximo dia, el próximo trabajo, el próximo proyecto, el
futuro.. se vive de esperanza, y la esperanza hace vivir.
Pero una y otra vez nos caemos de la ola. Como sucede en la vida. La ola de la vida.
Una y otra vez, remamos la ola, la cogemos, y mientras estamos remando
pensamos hasta cierto momento de la remada si hemos escogido la ola
adecuada. Hay un instante en el que ya no importa. Ni merece la pena seguir pensando si esa era nuestra ola. Si era la que mejor aspecto tenÃa. Si habiamos acertado. Una vez que la coges solo puedes hacer dos cosas, abandonarla o abandonarte a ella.
Si optas por lo primero ya sabes lo que te espera. Paciencia. Remontar a la posición que tenÃas. Un poco de suerte. Una nueva serie. Una nueva incertidumbre. Una cola de espera de personas que están deseando lo mismo que tú. Y repetir el intento.
Pero si decides continuar con tú ola. Ella, un paquete de energia procedente del interior del oceano. Esa, que se creo en un lugar remoto especialmente para ti. Esa, que te ha elegido en el devenir del destino. Esa ola te puede deparar muchas sorpresas. Como la vida.
Conoces la dirección, conoces mas o menos donde y como vas a terminar, pero en el camino tendrás todo el universo girando alrededor de tú instante y tú decisión. Y solo te queda disfrutarlo y pensar en la suerte que tienes. Pues todos los dioses te sonrien y los querubines te envidian.
Basado en mi extinto blog: “surfzen” que hoy despido.
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